En una locación maravillosa llena de rincones mágicos, Valeria y Chance unieron sus vidas en una ceremonia simbólica con vista espectacular al mar y una ceremonia civil al atardecer.
Familiares y amigos se dieron cita para ser testigos de la unión de Canadá y México. Distintos elementos de la cultura mexicana y oaxaqueña estuvieron presentes. Es por esa razón que Valeria optó por hacer un cambio de vestido para la segunda ceremonia; indiscutiblemente sorprendió a todos con su atuendo. Los invitados disfrutaron de unas deliciosas mezcalinas, así como de bocadillos típicos. También recibieron detalles como alebrijes, monederos, cantaritos y jícaras. Por supuesto el Mariachi no podía faltar, asi que apareció de sorpresa para amenizar la cena.
Se vivió una noche espectacular y estamos seguros que Valeria y Chance disfrutaron al máximo.